Vuelvo al bar y fumo fuera la semilla de hombre que deprisa me echa de mi punto fijo, mi asiento y pequeña parcela de tabaco, de alcohol que hoy no bebo por haberlo bebido ya.
Huele dentro a aceite seco al ralo aroma del ahora, a la inconsecuencia de la levedad.
Huele ahora a esperanza, los gritos que me pides que esconda entre las nubes.
A sol, a lluvia, a memoria a lágrimas cutres que ya se secan a la luz que nace cuando tiemblas.
A miseria también a lujuria ahogada y a promesas quebradas.
Huele a pausa inconsistente a espera que ya acaba a la pared quebrada de los tiros en habitaciones que de no-ser abiertas nunca han estado cerradas.
Veo azul y negro sobre el papel amarillo bajo la luz blanca de velas que sólo existen en mi cabeza.
Así, como el penitente que arrodillado reza pido yo también que alguien eche el humo fuera de las últimas fronteras.
El sueño de Alicia es un diario de los materiales y actividades de las asignaturas de Lengua castellana y Literatura, Literatura universal y del Ámbito lingüístico-social del I.E.S. Miguel Ángel González Estévez (O Carril, Vilagarcía de Arousa). Caemos en la madriguera de la mano de Alicia y nos adentramos en el País de las Maravillas. ¡Bienvenid@s!
Vuelvo al bar y fumo fuera
ResponderEliminarla semilla de hombre
que deprisa me echa
de mi punto fijo, mi asiento
y pequeña parcela de tabaco,
de alcohol que hoy no bebo
por haberlo bebido ya.
Huele dentro a aceite seco
al ralo aroma del ahora,
a la inconsecuencia de la levedad.
Huele ahora a esperanza,
los gritos que me pides
que esconda entre las nubes.
A sol, a lluvia, a memoria
a lágrimas cutres que ya se secan
a la luz que nace cuando tiemblas.
A miseria también
a lujuria ahogada
y a promesas quebradas.
Huele a pausa inconsistente
a espera que ya acaba
a la pared quebrada
de los tiros en habitaciones
que de no-ser abiertas
nunca han estado cerradas.
Veo azul y negro
sobre el papel amarillo
bajo la luz blanca de velas
que sólo existen en mi cabeza.
Así, como el penitente
que arrodillado reza
pido yo también que alguien
eche el humo fuera
de las últimas fronteras.
Tus palabras no deberían quedar en el anonimato. Manifiéstate, Kazare:)
ResponderEliminarAna B.