El uso de los signos ortográficos

De Ortografía de la lengua española, 2010

I. EL PUNTO
El punto (.) es un signo ortográfico que se usa principal, aunque no exclusivamente, como signo de puntuación.

Como signo de puntuación, la función principal del punto consiste en señalar el final de un enunciado -que no sea interrogativo o exclamativo-, de un párrafo o de un texto. Lo complementa en esta función delimitadora la mayúscula, que marca siempre el inicio de estas unidades. El punto y seguido es el que separa los enunciados que integran un párrafo. El punto y aparte es el que separa dos párrafos distintos, que suelen desarrollar, dentro de la unidad del texto, ideas o contenidos diferentes. El punto final es el que aparece al final de un escrito o de una división importante de un texto (un capítulo, por ejemplo). Más que un asunto de la ortografía, la elección entre estos tipos de punto tiene que ver con destrezas relativas a la organización de la información, a la agrupación de ideas en los párrafos para que el texto sea claro y coherente.

II. LA COMA
La coma (,) es un signo de puntuación que delimita unidades lingüísticas inferiores al enunciado. Se emplea, además, como separador decimal en las expresiones numéricas escritas con cifras. Tradicionalmente se ha vinculado el uso de la coma a la presencia de una pausa breve o débil en la cadena hablada, si bien existen en la lectura pausas breves que no deben marcarse gráficamente mediante comas, como la que se hace a veces entre sujeto y predicado.

La presencia de la coma en un enunciado puede ser opcional u obligatoria:

a.- Coma opcional. La segmentación que proporciona la coma no implica, en estos casos, cambios semánticos ni sintácticos -es decir, la coma no es distintiva-, pero sí diferencias que afectan al enfoque que se da al mensaje, a los matices expresivos que quieren transmitirse o, simplemente a la claridad del texto.

b.- Coma obligatoria o distintiva. En otras ocasiones, la presencia o ausencia de la coma sirve para distinguir entre sentidos posibles de un mismo enunciado, es decir, la delimitación que lleva a cabo la coma es distintiva y suele modificar las relaciones semánticas. Por ejemplo, frente a Lo hizo, lamentablemente, que significa 'considero lamentable que lo hiciera', Lo hizo lamentablemente expresa un juicio sobre la forma en que se ha hecho algo ('lo hizo muy mal').

Usos principales de la coma:

a.- Aislar en el texto escrito los incisos. Constituyen incisos:

- Estructuras explicativas, que interrumpen el curso del enunciado para agregar alguna precisión sobre el elemento nominal que las precede. Estas estructuras pueden aposiciones, es decir, sustantivos o grupos nominales (La presentación de Eduardo Romero, el comisario de la exposición, fue muy aplaudida), adjetivos o grupos adjetivales (Los soldados, cansados, volvieron al campamento), subordinadas adjetivas (La casa, que está al borde del mar, es muy luminosa) u otras expresiones parentéticas (La mesa, de madera maciza, estaba colocada en el centro del salón).

- Construcciones absolutas, en las que se predica algo de un sujeto sin que aparezca un verbo en forma personal. Normalmente tienen como predicado un participio o un gerundio. Ej: Finalizadas las excavaciones, se organizó una exposición para mostrar los hallazgos. Ayudándose de un destornillador, consiguió abrir el cofre.

- Expresiones u oraciones de carácter accesorio, sin vinculación sintáctica con los elementos del enunciado en el que se insertan. Ej: Están dispuestas a todo, ¡qué barbaridad!, con tal de conseguir lo que quieren.

Las incorrecciones más comunes en la puntuación de incisos son o bien la omisión de una de las dos comas, o bien el desplazamiento de una de las comas con respecto a la posición que debería ocupar, con lo que el inciso queda erróneamente delimitado.

b.- Interjecciones. La interjección es una clase de palabra que forma expresiones exclamativas con las que se manifiestan sentimientos, impresiones o reacciones afectivas, se induce a la acción o se apela al interlocutor. Ej: Bah, no te preocupes. Hola, ¿cómo te va?

c.- Vocativos. Se aíslan entre comas los sustantivos, grupos nominales o pronombres personales que funcionan como vocativos, esto es, que se refieren al interlocutor y se emplean para llamarlo o dirigirse a él de forma explícita. Ej: Javier, no quiero que salgas esta tarde.

d.- Apéndices confirmativos. Son expresiones interrogativas de refuerzo que cierran algunos enunciados aseverativos. Ej: No te gusta la ciudad, ¿verdad?/ Confías en mí, ¿no?

e.- Cláusulas subordinadas de relativo explicativas. Cuando los relativos se refieren a un antecedente explícitamente expresado, la subordinada se delimita por comas siempre que constituya una estrutura explicativa. Ej: El nuevo empleado, que habla cuatro idiomas, se incorporará el lunes. En cambio, no se aíslan por comas del resto del enunciado las cláusulas de relativo especificativas. Ej: Necesitamos un empleado que sepa idiomas. Tampoco se aíslan por comas las relativas que no tienen antecedente expreso. Ej: Quien lo desee puede venir a verlo.





III.- EL PUNTO Y COMA
El punto y coma (;) es un signo de puntuación que, tradicionalmente, se ha vinculado a la presencia de una pausa mayor que la marcada por la coma y menor que la señalada por el punto; sin embargo, como ya se apuntó, la longitud de la pausa es un criterio poco fiable a la hora de puntuar. Después del punto y coma se escribe siempre minúscula.

a.- Se utiliza para separar oraciones sintácticamente independientes entre las que existe una estrecha relación semántica. Ej: Lo ha hecho por el bien de su familia; no puede reprochársele nada.

b.- Se utiliza para separar los miembros de las construcciones copulativas y disyuntivas en expresiones complejas que incluyen comas o presentan cierta longitud. Ej: No queda más remedio: se les acepta o ellos se aseguran de que el opositor sea asaltado de noche por extraños y asesinado; o sus hijos son secuestrados; o es públicamente acusado de un delito que no cometió.

c.- Normalmente se escribe punto y coma ante las conjunciones pero, mas, aunque cuando las oraciones vinculadas tienen cierta longitud y, especialmente, si alguna de ellas presenta comas internas. Ej: Muy fugaz resultó el fulgor de nuestra estrella del ciberespacio; pero, mientras duró, el presidente del país nos exhortó a todos a seguir su ejemplo.





IV. LOS DOS PUNTOS
Los dos puntos (:) detienen el discurso para llamar la atención sobre lo que sigue, que siempre está en estrecha relación con el texto precedente. Se añade, pues, a su función demarcativa un valor anunciativo que lo diferencia del resto de los signos delimitadores.

Como regla general, se escribe minúscula tras los dos puntos que anuncian una enumeración o que establecen relaciones semánticas de diverso tipo entre las unidades que separan. En cambio, se escribe mayúscula después de los dos puntos cuando este signo introduce una cita, así como en ciertos usos característicos de textos epistolares.





V.- LOS PARÉNTESIS
Los paréntesis son un signo ortográfico que se usa generalmente, aunque no de manera exclusiva, para insertar en un enunciado una información complementaria o aclaratoria. El uso de los paréntesis, en relación a la coma, implica un mayor grado de aislamiento de la información que encierran con respecto al uso del enunciado. La secuencia enmarcada por los paréntesis no se inicia con mayúcula, salvo que el signo de apertura vaya precedido de punto.

Otros usos:

a.- En las obras teatrales, se utilizan los paréntesis para encerrar las acotaciones del autor o los apartes de los personajes, que, además, suelen escribirse en cursiva.

b.- Para introducir opciones en un texto, se encierra entre paréntesis el elemento que constituye la alternativa. Ej: En el documento se indicará(n) el(los) día(s) en que haya tenido lugar la baja.

c.- En obras de carácter lingüístico, se emplean para encerrar un elemento que se omite o cae en un proceso. Ej: are(n) + oso > arenoso.

d.- En la reproducción de citas textuales, se usan tres puntos entre paréntesis para indicar que se omite un fragmento del original. Ej: "Pensé que él no pudo ver mi sonrisa (...) por lo negra que estaba la noche".

VI. LOS CORCHETES

Los corchetes son un signo ortográfico que, en ciertos contextos, se utiliza de forma análoga a los paréntesis que incorporan información complementaria o aclaratoria. En el español actual, es preferible reservar la voz corchete para designar el signo rectangular ([ ]), aunque a veces se emplea la denominación de corchetes angulares para referirse a las antilambdas o diples (< >). La secuencia enmarcada por los corchetes no se escribe con mayúscula, salvo que el signo de apertura vaya precedido de punto.

Usos auxiliares de los corchetes:

a.- En libros de poesía, suele colocarse un corchete de apertura delante de las últimas palabras de un verso cuando no se ha transcrito entero en una sola línea y se termina, alineado a la derecha, en el renglón siguiente.

b.- En obras de carácter lingüístico, se usan corchetes para encerrar las transcripciones fonéticas. Ej: enclave [en'klabe].

c.- Se usan tres puntos entre corchetes para indicar, en la transcripción de un texto, que se ha omitido un fragmento del original.





VII.- LA RAYA

Usos de la raya (-):

a.- Cuando el signo es doble, la raya forma parte del grupo de signos delimitadores que introducen o cierran un segundo discurso. Su función principal es indicar que las unidades lingüísticas que aísla no son una parte central del mensaje, sino que constituyen un discurso secundario que se inserta en el discurso principal para introducir información complementaria o para enmarcar comentarios de un narrador o transcriptor. Ej: "Que se distraiga -decía-, que se distraiga".

b.- Para encerrar incisos.

c.- Para encerrar incisos incluidos en otros incisos. Ej: Si desea más información sobre este tema (la bibliografía existente -incluso en español- es bastante escasa), deberá acudir a otras fuentes.

d.- En diálogos.

e.- En enumeraciones en forma de lista.

f.- Precedida de punto (.-). Por ejemplo, en la edición de obras teatrales, para separar el nombre de cada uno de los personajes del texto de sus intervenciones.





VIII. LAS COMILLAS
Las comillas introducen y delimitan un segundo discurso, que se inserta en el discurso principal con algún fin. Usos:

a.- En su uso prototípico, las comillas sirven para enmarcar la reproducción de palabras que corresponden a alguien distinto del emisor. Ej: "Sobreviven los que se adaptan mejor al cambio", dijo Darwin.

b.- Para enmarcar citas textuales.

c.- Para marcar el carácter especial de una palabra o expresión. Ej: Siempre dice que las "cocretas" de ese sitio están riquísimas.

d.- En usos metalingüísticos. Ej: La palabra "cándido" lleva tilde por ser esdrújula.

e.- Para citar el título de un artículo, un reportaje, un cuento, un poema, el capítulo de un libro o, en general, cualquier parte interna de una publicación.

f.- Suelen escribirse entre comillas los apodos y alias que se intercalan entre el nombre de pila y el apellido. Ej: Sergio "Kun" Agüero marcó el primer gol del partido.





IX. LOS SIGNOS DE INTERROGACIÓN Y EXCLAMACIÓN
Los signos de interrogación y exclamación son signos ortográficos dobles en castellano.

a.- Si la pregunta o exclamación constituyen la totalidad del enunciado, la primera palabra se escribe con mayúscula, así como la que da comienzo al enunciado siguiente. Ej: ¿A qué andén tengo que dirigirme? He de tomar el tren a Córdoba.

b.- Si la pregunta o exclamación constituyen solo una parte del enunciado, pueden darse dos casos.
- Cuando se suceden varias preguntas o exclamaciones breves que forman parte de un enunciado, se separan por comas o punto y coma y el enunciado siguiente se escribe con minúscula. Ej: ¿A qué hora ha llegado?, ¿lo recogieron en el aeropuerto?, ¿fueron amables?

- Cuando la pregunta o exclamación no están situadas al comienzo del enunciado, sino que siguen a otra palabra o palabras que también forman parte de este, la primera palabra de la pregunta o exclamación se escribe con inicial minúscula. Ej: Diego, ¿puedes poner la lavadora?





X.- LOS PUNTOS SUSPENSIVOS
Los puntos suspensivos indican siempre que falta algo para completar el discurso, es decir, señalan una suspensión u una omisión. Usos principales:

a.- Indican duda, temor o vacilación. Ej: No sé..., bueno..., que si quieres ir conmigo a la fiesta.

b.- Dejan el enunciado en suspenso, con el fin de crear expectativas. Ej: Fue todo muy violento, estuvo muy desagradable...No quiero seguir hablando de ello.

c.- Sin que exista omisión, pueden indicar la existencia de pausas que demoran enfáticamente el enunciado. Ej: Ser...o no ser...Esa es la cuestión.

d.- En los diálogos, señalan silencios significativos de los interlocutores. Ej:
- Dicúlpame.
-...
- De veras, discúlpame.

e.- Para señalar la interrupción voluntaria de un discurso cuyo final se da por conocido o sobrentendido por el interlocutor. Ej: A pesar de que prepararon cuidadosamente la expedición, llevaron materiales de primera y guías muy experimentados...Bueno, ya sabéis cómo acabó la cosa.

f.- Para evitar repetir la cita completa del título largo de una obra que debe volver a mencionarse. Ej: Yo era un tonto y lo que he visto me ha hecho dos tontos, de Rafael Alberti, está llena de grandes aciertos. Los versos de Yo era un tonto...contienen grandes hallazgos.

g.- Para insinuar, evitando su reproducción, expresiones o palabras malsonantes o inconvenientes. Ej: ¡Qué hijo de...estás hecho!

h.- Al final de enumeraciones abiertas o incompletas. Ej: Puedes hacer lo que quieras: leer, ver la televisión, oír música...

i.- Entre corchetes o paréntesis, indican la supresión de una palabra o un fragmento en una cita textual.

XI.- EL GUION
El guion (sin tilde) es un signo ortográfico auxiliar. Su longitud es menor que la de la raya. El guion tiene dos usos principales:
- Como signo de división de palabras a final de línea. Al dividir palabras al final de línea, cuando la primera sílaba de una palabra está constituida únicamente por una vocal, no debe colocarse tras ella el guion de final de línea, para evitar que quede aislada al final del renglón: abo-/lengo, y no *a-/ bolengo. Esta división sí puede realizarse si la vocal va precedida de una h-: hi-/ dratante. Las secuencias de dos o más vocales no deben separarse nunca con guion final, con independencia de que se pronuncien o no dentro de una misma sílaba: subi-/ríais y no *subirí-/ais. Las palabras compuestas y prefijadas admiten, además de la división silábica, una división morfológica, en la que el guion de final de línea se inserta en la frontera entre sus componentes, ignorando las fronteras silábicas: inte-/ racción e inter-/acción.

- Como signo de unión entre palabras u otros elementos gráficos independientes. En este tipo de compuestos se establece un estrecho vínculo semántico entre sus componentes, a la vez que conservan cierta independencia referencial. Ej: Asociación de Amistad Hispano-Árabe; Congreso de Estudios Lingüístico-Editoriales Hispánicos; Sala de lo Contencioso-Adminsitrativo.

XII. BARRAS
La barra (/) es un signo auxiliar que se emplea con diferentes funciones:

a.- Como signo abreviativo. Ej: c/ por calle.

b.- Para separar versos que se reproducen en línea seguida

c.- Para unir palabras o elementos. Ej: 180 km/ h.

d.- Para expresar una disyunción, indicando la existencia de dos o más opciones posibles entre las que se establece una oposición o, más frecuentemente, una relación de alternancia u opcionalidad. Ej: En la palabra gineta/ jineta la forma con jota es la menos usada.

e.- En las transcripciones fonológicas: /en'klabe/

La barra doble (//), entre otros usos, indica el cambio de estrofa cuando se reproducen textos poéticos en línea seguida.

XIII. APÓSTROFO
El apóstrofo (') es un signo ortográfico auxiliar que señala la supresión de sonidos, principalmente vocálicos. Ej: ¡Para el carro o m'acatarro!

Usos incorrectos:
- Antes de la expresión abreviada de un año. Ej: * promoción del '97.
- En la expresión de las décadas en cifras. Ej: * los 30's.
- Como indicativo del plural de una sigla (copia del inglés). Ej: * DVD's.





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